YO NO TUVE PRIMERA COMUNIÓN

sábado, abril 22, 2006

Algo típico...

"[...] y es por esto que el texto es texto: ninguna voz está detrás de lo que él dice [...]"
-Roland Barthes, El placer del texto-.

Algo típico en visperas del día del libro es hablar de libros, recomendar libros, comprarlos, regalarlos, etc. No me he podido resistir, a veces es reconfortante ser típico-tópico... No voy a comentar libros ni a reseñarlos, solamente mencionarlos con la ilusión de que a alguien le "llamen", le interesen y sienta curiosidad por acercarse a ellos.


Primero una autobiografía espléndida, deliciosa de leer y muy reconfortante (en su lectura me reconcilie un poco con el "género humano", !toda una proeza!). Además es un certero y honesto retrato de los últimos años (desde poco antes del 36 hasta el presente) de nuestro País. Publicado por Tusquets en dos volúmenes: Carlos Castilla del Pino, Pretérito imperfecto y La casa del olivo.



Balthus, Memorias. Editorial Lumen.


Un libro de viajes, en concreto sobre Grecia (alguien me ha comentado que el Josebita va a ir por allí en breve, pues bien, aquí tiene un libro que seguro le aumenta las ganas del viajecillo), Corazón de Ulises, de Javier Reverte. Otro libro imprescindible sobre la Hélade es Las islas griegas de Lawrence Durrell.




Aquí nos vemos, de John Berger, en Alfaguara (aunque recomendaría todos sus libros...)





Hay momentos en los que los libros de relatos cortos y cuentos se adaptan más a nuestro tiempo "disponible".

Cuentos fantásticos del XIX, recopilados por Italo Calvino, en Siruela.


La noche de la iguana y otros relatos, Tennessee Williams, Alba editores.


¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?, Raymond Carver. Un libro donde el relato es llevado a su mínima expresión.

Por último un libro de poemas, más concretamente, el testamento poético de un poeta excelso:
Fragmentos de un libro futuro
, José Ángel valente, Galaxia Gutenberg.


"DE ti no quedan más
que estos fragmentos rotos.

Que alguien los recoja con amor, te deseo,
los tenga junto a sí y no los deje
totalmente morir en esta noche
de voraces sombras, donde tú ya indefenso
todavía palpitas.
"
-J.A. Valente-.


1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Garcilaso de la Vega
(1501-1536)


Soneto XIII

A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos qu'el oro escurecían;

de áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros que aun bullendo 'staban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían.

Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lágrimas regaba.

¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!

3:35 p. m.  

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