Es menuda como un soplo y tiene el pelo marrón y un aire entre tierno y triste como un gorrión. Le gusta andar por las ramas ir de balcón en balcón sin que nadie le eche mano como un gorrión. Nació libre como el viento, no tiene amo ni patrón y se mueve por instinto como un gorrión. Pajarillo pardo... En la Carrera de San Bernardo, quedó tu nido seco y vacío quizá algún niño ya lo robó. Pajarillo errante que bebe el agua de los estanques y de mi mano jamás comió. Y no le vende al alpiste su calor ni su canción por ahí busca su lechuga como un gorrión. Y le da pena el canario pero no envidia a un halcón. Le gusta volar bajito como un gorrión. Y tutearse con las nubes y dormir en el rincón donde no llegan los gatos como un gorrión. Pajarillo pardo... En la Carrera de San Bernardo, quedó tu nido seco y vacío quizá algún niño ya lo robó. Pajarillo errante que bebe el agua de los estanques y de mi mano jamás comió.
ORACIÓN PARA EL MESÍAS Su sangre sobre mi brazo es cálida como un ave su corazón en mi mano pesa como el plomo sus ojos a través de los míos resplandecen más brillantes que el amor Oh, mandad al cuervo por delante de la paloma
Su vida en mi boca es menos que un hombre su muerte en mi pecho es más dura que la piedra sus ojos a través de los míos resplandecen más intensamente que el amor Oh manda al cuervo por delante de la paloma Oh, cantad desde vuestras cadenas desde donde estáis encadenados en una cueva vuestros ojos a través de los míos resplandecen más brillantes que el amor vuestra sangre en mi balada hace que la tumba se venga abajo
Oh, cantad desde vuestras cadenas desde donde estáis encerrados en una caverna Vuestros ojos a través de los míos resplandecen más brillantes que el amor Vuestro corazón en mi mano pesa como el plomo vuestra sangre sobre mi brazo es tan cálida como un ave
Oh, arrancad de vuestras ramas una verde rama de amor una vez que el cuervo haya muerto por la paloma.
Al séptimo día, nada más llegar, saqué una paloma: la suelto. Se fue la paloma pero se dio la [vuelta:] no se le presentó asidero alguno y volvió hacia mí. Saqué una golondrina: la suelto. Se fue la golondrina pero se dio la [vuelta:] no se le presentó asidero alguno y volvió hacia mí. Saqué un cuervo: lo suelto. Se fue el cuervo, y noto el reflujo de las aguas; come -picotea, levanta la cola-: ya no volvió hacia mí.
Sucedió que al cabo de cuarenta días abrió Noé la ventana del arca que había hecho, y envió un cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra. Envió también de si una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra. Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvió al arca, porque las aguas estaban aun sobre la faz de toda la tierra. Entonces él extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca. Esperó aun otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del arca. Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico; y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra. Y esperó aun otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya mas a él.
El discípulo se quejaba constantemente a su Maestro Zen: «No haces más que ocultarme el secreto último del Zen». Y se resistía a creer las consiguientes negativas del Maestro. Un día, el Maestro se lo llevó a pasear con él por el monte. Mientras paseaban, oyeron cantar a un pájaro.
«¿Has oído el canto de ese pájaro?», le preguntó el Maestro.
«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que no te he estado ocultando nada».
«Sí», asintió. el discípulo.
("Il n'y a pas d'autre mot: il n'y a pas de solitude".)
Que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor, cuando canta la calandria y responde el ruiseñor, cuando los enamorados van a servir al amor; sino yo, triste, cuitado, que vivo en esta prisión; que ni sé cuando es de día ni cuándo las noches son, sino por una avecilla que me cantaba al albor. Matómela un ballestero; dele Dios mal galardón.
El pájaro mitológico de Aluche es una criatura mítica de la que se tienen ciertas referencias por un pequeño grupo de supuestos testigos que afirman haberlo visto o, al menos, oído. El pájaro mitológico de Aluche, según estas declaraciones, es un ave nocturna de gran envergadura, blanco y brillante, de lento y pesado planear, y caracterizado por un grito prolongado y poderoso que resulta, según los testigos, "estremecedor". Sus apariencias, según la leyenda urbana, marcan eventos espirituales o futuros. Resulta evidente pensar que sólo existe un ejemplar de pájaro mitológico, pero no está en peligro de extinción pues, al parecer, es inmortal. Se desconoce por completo si este ejemplar es macho o hembra.
10 Comments:
Es menuda como un soplo
y tiene el pelo marrón
y un aire entre tierno y triste
como un gorrión.
Le gusta andar por las ramas
ir de balcón en balcón
sin que nadie le eche mano
como un gorrión.
Nació libre como el viento,
no tiene amo ni patrón
y se mueve por instinto
como un gorrión.
Pajarillo pardo...
En la Carrera
de San Bernardo,
quedó tu nido seco y vacío
quizá algún niño ya lo robó.
Pajarillo errante
que bebe el agua de los estanques
y de mi mano jamás comió.
Y no le vende al alpiste
su calor ni su canción
por ahí busca su lechuga
como un gorrión.
Y le da pena el canario
pero no envidia a un halcón.
Le gusta volar bajito
como un gorrión.
Y tutearse con las nubes
y dormir en el rincón
donde no llegan los gatos
como un gorrión.
Pajarillo pardo...
En la Carrera
de San Bernardo,
quedó tu nido seco y vacío
quizá algún niño ya lo robó.
Pajarillo errante
que bebe el agua de los estanques
y de mi mano jamás comió.
Pío, pío, que yo no he sido...
jajaja!
el alex... cómo es!
ORACIÓN PARA EL MESÍAS
Su sangre sobre mi brazo es cálida como un ave
su corazón en mi mano pesa como el plomo
sus ojos a través de los míos resplandecen más brillantes que el amor
Oh, mandad al cuervo por delante de la paloma
Su vida en mi boca es menos que un hombre
su muerte en mi pecho es más dura que la piedra
sus ojos a través de los míos resplandecen más intensamente que el amor
Oh manda al cuervo por delante de la paloma
Oh, cantad desde vuestras cadenas desde donde estáis encadenados en una cueva
vuestros ojos a través de los míos resplandecen más brillantes que el amor
vuestra sangre en mi balada hace que la tumba se venga abajo
Oh, cantad desde vuestras cadenas desde donde estáis encerrados en una caverna
Vuestros ojos a través de los míos resplandecen más brillantes que el amor
Vuestro corazón en mi mano pesa como el plomo
vuestra sangre sobre mi brazo es tan cálida como un ave
Oh, arrancad de vuestras ramas una verde rama de amor
una vez que el cuervo haya muerto por la paloma.
Leonard Cohen
Al séptimo día, nada más llegar,
saqué una paloma: la suelto.
Se fue la paloma pero se dio la [vuelta:]
no se le presentó asidero alguno
y volvió hacia mí.
Saqué una golondrina: la suelto.
Se fue la golondrina pero se dio la [vuelta:]
no se le presentó asidero alguno
y volvió hacia mí.
Saqué un cuervo: lo suelto.
Se fue el cuervo,
y noto el reflujo de las aguas;
come -picotea, levanta la cola-:
ya no volvió hacia mí.
-Epopeya de Gilgames-.
Sucedió que al cabo de cuarenta días abrió
Noé la ventana del arca que había hecho,
y envió un cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas
se secaron sobre la tierra. Envió
también de si una paloma, para ver si
las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.
Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie,
y volvió al arca, porque las aguas estaban aun sobre la faz de toda la tierra.
Entonces él extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca.
Esperó aun otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del arca.
Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico;
y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.
Y esperó aun otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya mas a él.
-Génesis 8:6-.
El discípulo se quejaba constantemente a su Maestro Zen: «No haces más que ocultarme el secreto último del Zen». Y se resistía a creer las consiguientes negativas del Maestro. Un día, el Maestro se lo llevó a pasear con él por el monte. Mientras paseaban, oyeron cantar a un pájaro.
«¿Has oído el canto de ese pájaro?», le preguntó el Maestro.
«Sí», respondió el discípulo.
«Bien; ahora ya sabes que no te he estado ocultando nada».
«Sí», asintió. el discípulo.
("Il n'y a pas d'autre mot:
il n'y a pas de solitude".)
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuando es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
dele Dios mal galardón.
El pájaro mitológico de Aluche es una criatura mítica de la que se tienen ciertas referencias por un pequeño grupo de supuestos testigos que afirman haberlo visto o, al menos, oído.
El pájaro mitológico de Aluche, según estas declaraciones, es un ave nocturna de gran envergadura, blanco y brillante, de lento y pesado planear, y caracterizado por un grito prolongado y poderoso que resulta, según los testigos, "estremecedor". Sus apariencias, según la leyenda urbana, marcan eventos espirituales o futuros. Resulta evidente pensar que sólo existe un ejemplar de pájaro mitológico, pero no está en peligro de extinción pues, al parecer, es inmortal. Se desconoce por completo si este ejemplar es macho o hembra.
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